Presentamos esta partida de Liborio, que ha jugado a El diablo estaría orgulloso de Félix G. Ríos.
Recordamos que las bases la podéis encontrar aquí.
Introducción
Soy Liborio. Esto que mando es una Partida de El Diablo Estaría Orgulloso del gran Félix G. Ríos. Fue jugada en un viaje a Granada efectuado el 29/02/24 en varias sesiones durante el día. Se ha jugado desde una tablet usando el programa de notas Obsidian. He incorporado elementos reales del viaje (conversaciones, personas, sitios…) al juego y los he combinado con otros elementos de localizaciones generadas aleatoriamente con la App online www.mapcrunch.com
Partida
Entrada inicial
1d6=2 Has estado antes en este plano, acompañando a tu padre, El Diablo, para seducir a dictadores y asesinos en serie.
Llegué a este plano de la mano de mi padre. Yo era muy pequeño pero lo acompañaba a cenas importantes con Hitler, Franco, Stalin… Todo personas encantadoras que acudían a Papá para pedir consejo y orientar sus vidas. La mayoría de ellos no eran nadie cuando nos llamaban y acababan convirtiéndose en personas de bien gracias a nuestros consejos. Bueno, los de Papá… yo solo veía y aprendía el oficio.
Años más tarde acudí a la universidad, Papá me dijo que aprovechara el tiempo y me formara. Y en la Universidad, unas cosas llevaron a otras y aquí estamos.
26/12/23
Como siempre se hacen estas cosas, me cité con Almond Du Pond a las afueras de Samsun, en algún rincón de Turkía, en un cruce de caminos. Solo que a las 12 del medio día, ese era mi horario habitual para atender estos asuntos, la noche está hecha para otras cosas. Se trataba de un camino rural entre frutales. Un lugar anónimo tan válido como otro para vender tu alma.
Víctima: 9 de diamantes Parece sentir repulsión por este lugar y la gente que le rodea
Encuentro: 10 de diamantes,Q de trébol, Q de diamantes
Almond era uno de los arqueólogos que trabajaban en las excavaciones de Merv. La imponente y arrasada ciudad medieval selyúcida que fuera la capital más grande del mundo en sus tiempos de esplendor. Era un tipo delgado, ojeroso. Sus pómulos resaltaban en una cara consumida por la ansiedad y la envidia que una hirsuta y descuidada barba no conseguían disimular. Los dientes sobresalían de unos agrietados labios que parecieran no haber conocido nunca el agua. Sombrero beige de excursionista, ojos profundos, negros, hundidos en los pozos de las cuencas de su cadavérica presencia. Rictus de asco y repulsión del que sabe que va arrojar su vida a un abismo insondable y desolado. El lugar, bajo un sol tenue de invierno y aromas a incipiente fruta temprana húmeda, sería el marco secreto de nuestro trato. EL TRATO.
Quería ser el arqueólogo jefe de la excavación. Descubrir algo de capital importancia que eclipsara el Mausoleo de sultán Sanjar. Por ese orden… Y así fue. El arqueólogo jefe huyó con parte de los fondos de la excavación y su secretaria afgana. Almond fue el nuevo jefe. Descubrió en una sima la entrada al palacio subterráneo más y mejor conservado de la edad media. Lastima que se partiera el cuello al caer por el pozo que consistía en la única entrada que se conservaba al complejo. Un abandonado y casi invisible respiradero. ¿Quién le mandó pasear en secreto por esas peligrosas ruinas? Seguramente sus ansias por apuntarse, en solitario, el que sería el más importante descubrimiento arqueológico de la década, fue lo que le empujó a pisar por dónde no debía. Nadie jamás encontró su cadáver. Su alma tenía sabor a cecina correosa y almizcle rancio.
Recipiente de almas: 11
Nivel de humanidad: 39
27/02/24
Una de las mayores ventajas de ser el hijo del diablo es poder abrir puertas dimensionales en cada cruce de caminos y viajar instantáneamente de un sucio y perdido rincón del planeta a otro. Le rogué a papá que me diera la tarjeta premium para poder aparecer en el metro de París, por ejemplo… todavía hacen eco en mis oídos sus carcajadas de desprecio. Le demostraré la pasta de la que estoy hecho.
Hoy me he citado con Aa o Robin. Todavía no lo tenemos claro, ni ella ni yo sabemos cuál es su nombre. Sé que se considera une persone no binarie. Me hablo de su chique, y de su otro chique, y de la extensión de su chique… y, a pesar de las asambleas, reuniones y terapias para afrontarlos, me habló de celos en el idioma internacional que este se suele expresar; El del odio, y la frustración. Mantuvimos una entretenida y animada charla telefónica en perfecto alemán. Elle a veces reía, a veces lloraba pero siempre odiaba. La cité junto al río en la Magazinstrasse….
Victima: As de diamantes. Cuenta las monedas que saca de los bolsillos, una y otra vez.
Encuentros: 2 de diamantes, 3 de diamantes y J de diamantes. Belleza. Las preguntas:
C: Buscaba en ese sitio algo que amaba y que daba por perdido. ¿Qué es?¿Por qué pensaba que lo hallaría ahí?
Aa tenía el pelo corto teñido de azul y amarillo. Aunque conservaba un mechón en las patillas largo, otro en el flequillo y otro en la nuca a modo de colita. Tenía algo en su cara dulce, tierno… y algo ávido. Algo deseoso que amenazaba con devorarla desde dentro. No paraba de hacer repiquetear sus monedas en el bolsillo izquierdo. Conozco ese conjuro de vieja bruja zíngara:
“El diablo no podrá tocarte ni tendrá poder sobre ti si haces sonar tu dinero con la mano siniestra, No podrá tomar tu alma si pagas por ella.”.
Pobre ilusa. Primero eso es una patraña de vieja loca saca cuartos. Segundo, yo soy el hijo del diablo. No el diablo.
Llegó nerviosa, inquieta…no estaba segura de por qué había venido ni podía adivinar ni en sus más perversos sueños lo que le esperaba. Tenía la certeza de haber alcanzado la plenitud en algún momento de su pasado reciente. Asambleas, relaciones, ideas, amigues… todo encajaba en una danza cósmica perfecta y ya no. Cree que fue por Floo. Que clase de nombre no-binario era ese. Cómo pudo todo descomponerse tan rápido y cómo nadie lo había notado… hay que acabar con elle. Mejor que eso, borrar su existencia y recuerdo aunque para ello tuviera que perder el alma. Allí, trastornade y confuse, como os digo. Casi vomitándome encima, vamos. Iríamos a ver a Floo.
Viajamos a Dresde en su coche. Entramos en el apartamento de Floo. ¿Quería de verdad que su existencia desapareciera?¿Una Damnatio memorae en condiciones? Pues elle debería acabar con su vida y yo haría el resto. Accedimos al salón. Floo estaba dormide en el sofá. Aa sacó un cuchillo inmenso de algún sitio que no ví y, arrasade en lágrimas, la emprendió a cuchilladas sobre el cuerpo inerte y dormido de Floo. Dormide para toda la eternidad, por fin. Era fácil, ¿no?. Mecánicamente sencillo, apartando los aspectos morales del asunto. No hubo defensa, solo apuñalar un saco inerme de carne y huesos. No me explico como se seccionó elle su propia carótida. Lo mismo fue por las lágrimas… recuerdo su cara de sorpresa, la sangre y el sabor a algodón de fresa de su alma.
Recipiente de almas= 5+2=7
28/02/24
Victima: Q de tréboles. Un paria.Carga una urna de bronce que contiene las cenizas de alguien Encuentro:K de diamantes. 9 de diamantes y 10 de diamantes. Belleza: A: ¿Qué momento de su vida aún le trae una sonrisa al rostro?¿Qué objeto atesora que le permite atesorarlo siempre?
Llegué al cruce junto a la parada del almacén de verduras de Tabosa con regusto a azúcar aún presente en mi boca. En la parada de autobús, discretamente semioculto tras un muro de palés, que servía de cobijo a miradas indiscretas, aguardé la llegada de Fran. Fran acababa de llegar de Zúrich. Había sido obrero de la construcción por más de 20 años. Allí fue porque estaba solo y las cosas en Portugal estaban muy mal en aquellos tiempos. Le costó mucho adaptarse a las condiciones durísimas de trabajo y el carácter seco de los suizos. Si no hubiera sido por Timmy, un cachorrito de pastor belga que encontró junto a la puerta de su casa habría muerto de pena. Durante estos veinte años Timmy, haciendo gala de una extraordinaria longevidad y vigor, fue su alma gemela, su paño de lagrimas… su única alegría. Pero pasó lo inevitable. El pobre perro un día dejó de respirar. Fran recogió la gran indemnización que el gobierno suizo le otorgaba a los extranjeros que así lo desean por dejar de trabajar en el país y decidió volver a su pueblo para poner fin a su vida. No soportaba la vida sin Timmy, además lo encontró muerto al llegar del trabajo… si al menos hubiera podido despedirse.
Una cosa llevó a otra y dio con mi contacto. Ahí lo tenía ante mi. Con su pesada urna de bronce bajo el brazo y una plaquita de oro que ponía Timmy colgando de una esclava en su muñeca. Quería lo obvio. Volver a ver a su perro para despedirse de él y marchar juntos de este mundo. Quería que lo llevara a un sitio bonito donde poder cumplir su sueño y marchar feliz de este paño de lágrimas. Lo lleve a una ribera tranquila, era media tarde. Los pájaros entonaban sus dulces cantos junto al susurro de los juncos y el arco invisible del agua que los acariciaba en una muda sinfonía aterciopelada. Yo hice mi magia. Timmy surgió desde un montón de cenizas formando la imponente figura de un perro negro de fauces monstruosas y ojos de fuego. El dulce Timmy era ahora uno de los cancerberos del infierno, hambriento de palpitante carne cruda y viva. La muerte lo había sobre dimensionado y convertido en un ente mucho más excepcional, al fin y al cabo esa eran mis referencias. Eso entendía que era, el hijo del diablo, un dulce perrito. Qué iba a saber yo… Timmy ya no podía permitir la existencia de cualquier vida ante él. Y allí estaba horrorizado Fran. Balbuceando el nombre de su perrito. Decía:
-Timmy…Timmy, Soy yo. Papá. Con voz temblorosa y no muy segura… más bien aterrada….y congelado ante la visión de la Bestia que se abalanzaba de un salto mortal perdió la vida el pobre Fran. Dos, tres bocados y su cabeza desapareció convertida en mermelada de ciruelas. O al menos a eso es a lo que sabía su alma.
Recipiente de almas= 20
Nivel de humanidad= 11
29/02/24
Mucha gente no lo sabe pero mi padre hace milenios que vive en Torre Pacheco. Es un murciano adoptivo que dirige una fábrica de ajos secos, ñoras y otros condimentos alimentarios. Y es feliz. Quiere retirarse y dedicarse a sus cosas de diablo. La doble jornada de empresario y señor del mal está acabando con él. Así que hoy ha decidido ponerme a prueba y cederme su trono del averno o la fábrica de ajos.
Recipiente de almas TOTAL: 38
Nivel de humanidad TOTAL: 50
Llegué a la huerta de Furgencio y allí me esperaba mi padre. No medió palabra. Introdujo su huesuda mano en mi pecho… sí, me refiero dentro de mi pecho, como si fuera un armarito… y extrajo dos frascos de mi caja torácica. Uno estaba relleno hasta la mitad de una sustancia viscosa y azul que me hizo saber que era mi recipiente de almas. Yo hacía poco que había puesto aquel anuncio en la deepweb. No contaba con tener tanto trabajo después de una eternidad de ludismo pasional entregado al sexo y a las drogas. Había que madurar y sentar la cabeza así que puse ese anuncio. ¡¡¡Y qué éxito oiga!!! Tres almas, tres días. Casi un 30% del bote… no parecía que lo hubiera hecho tan mal.
Por desgracia…al sacar el otro recipiente conectado con mi sistema límbico, el bote rojo. El otro bote que marcaba la humanidad… ese, prácticamente copaba el 50% . Mi padre me miraba con mirada grabe… de sus labios apretados, que formaban un rictus de descontento, comenzaron a brotar palabras hirientes. Fue desalentador… a pesar de mis esfuerzos y atracón de almas de los últimos días el balance indicaba claramente que tanto pasear por la tierra, admirar sus paisajes, cantar sus absurdas canciones, copular y festejar la vida, y escuchar empáticamente sus miserias me habían convertido en un blandengue pro-humanoide, dijo. También dijo:
– Dirigirás la fábrica de ajos.
Yo no supe que contestar. Por un lado estaba lo de viajar gratis instantáneamente, lo de hablar idiomas, el influjo del mal… que venía muy bien para vivir del cuento y tener una existencia divertida. Por otro lado, ser el jefe absoluto de un imperio de ajos deshidratados… Tampoco tenía mucha elección…
– ¿Tendré móvil de trabajo y coche oficial?… pregunté.