Esta es la segunda parte de la aventura «El noble Elfo y las oscuras forjas». Puedes leer la anterior entrega aquí.
Cambio de planes, Eladiel decidió alejarse de ese camino tan peligroso. Se adentró en el Bosque de Chet. Realmente no sabía qué podía ser más peligroso… Pero creyó era lo mejor para alejarse de los bandidos.
El Bosque de Chet era una región boscosa que discurría desde el norte de la colina de Bree hasta el norte de los pantanos de Moscagua. Podría ser un lugar agradable para pasear aunque también era un zona salvaje y peligrosa en su corazón.
[Prueba de VIAJAR] = 19 –> GRAN ÉXITO (avanzo 4 casillas)
Gracias a la ayuda los árboles, le dejaron ver un camino de paso. Consiguió superar esta zona rápidamente.
[Tabla acontecimientos de viaje solitario] = 7
[Tabla acontecimientos: Percance] = 2
[Prueba EXPLORAR] = 12 (Runa de Gandalf) –> ÉXITO
(añado 2 puntos de fatiga)
[Tabla de Fortuna] = 2
Casi al final de esa zona, mientras avanzaba con paso ligero y silencioso por el borde del bosque, sus sentidos élficos captaban cada sonido del entorno. La luna llena iluminaba el sendero con una luz que se filtraba entre las ramas, a lo que de pronto se dejaba entrever una cabaña. Una fina columna de humo se elevaba de la chimenea, señal de que el hogar estaba ocupado. Al acercarse, escuchó una voz profunda y amigable que cantaba una canción antigua sobre los tiempos pasados, en armonía con el crujido del fuego.
Bajo las estrellas de antaño, susurran los vientos sin fin, caminos que ahora se desvanecen, en recuerdos de un mundo sin fin. Lamentos de héroes y reyes, en sombras del bosque encontré, las historias que el tiempo dejó atrás, en susurros de un ayer.
Un hombre de mediana edad con una barba espesa y cabello desordenado, estaba sentado en un banco frente a la cabaña, tallando una pieza de madera.
—¡Bienvenido, viajero! —dijo Turón, con grandes ojos iluminados bajo la luz de la luna—. No es común ver a un elfo por estos lares. ¿Qué te trae a Archet?
—Saludos. Soy Eladiel. Estoy viajando hacia Angmar, no me vendría mal un lugar donde descansar esta noche. El hombre asintió, y extendió una mano para invitarle a acercarse más.
—Tus historias son bienvenidas aquí, Eladiel. Mi hogar está abierto para ti. Ven, entra y caliéntate junto al fuego. Prepararé algo de comida mientras te instalas. Soy Turón Arbolalto, guardabosques del pueblo de Archet.La noche avanzó, y ambos se sintieron enriquecidos por la compañía del otro. El espíritu de camaradería y la cálida hospitalidad de Turón le ofrecieron a Eladiel un refugio seguro y un descanso merecido. A la mañana siguiente, partiría con renovadas fuerzas y gratitud en su corazón, sabiendo que siempre tendría un amigo en el pueblo de Archet.
[Descanso largo] = Recupero los puntos de aguante debido a que estoy en un refugio seguro y duermo toda la noche. También gasto 3 puntos de comunidad para recuperar 3 puntos de esperanza.
[Prueba de VIAJAR] = 17 –> ÉXITO (avanzo 3 casillas)
Entraba en nuevo terreno, las tierras salvajes siempre son mejor que las oscuras.
[Tabla acontecimientos de viaje solitario] = 10
[Tabla acontecimientos: Encuentro casual] = 6
(no voy a apuntar fatiga porque el siguiente encuentro ha sido positivo)
[Tabla del saber] = Aprender, Salvaje, Corte
De repente, se encontró con una figura solitaria en un claro, un anciano con cabello canoso y una larga túnica verde adornada con hojas y ramas. Reconoció en él un druida, un guardián de los secretos naturales.
—Hola, viajero —dijo el druida con una voz profunda y resonante—. Soy Vartanos. No es común ver a un elfo en estos parajes. ¿Qué te trae aquí?Eladiel le explicó su misión, detallando la necesidad de destruir el árbol corrupto para erradicar las forjas oscuras de Angmar. Vartanos asintió lentamente, como si estuviera meditando sobre la situación.
—El árbol del que hablas es conocido como el Árbol del Juicio. Fue corrompido por la magia oscura hace siglos y desde entonces, sus raíces alimentan el mal que se extiende por las forjas. Para destruirlo, necesitarás aprender los antiguos rituales de purificación.El druida lo llevó a un rincón del páramo donde un antiguo círculo de piedras marcaba el lugar de la Corte de los Druidas. Allí, Vartanos comenzó a enseñarle los antiguos cánticos y rituales necesarios para purificar el árbol y romper la corrupción que alimentaba las forjas.
[Prueba de SABER] = 16 –> GRAN ÉXITO (+1 dado éxito)
A través de la instrucción de Vartanos, Eladiel aprendió a canalizar la energía de la naturaleza, utilizando el poder del sol y la tierra para combatir la oscuridad. Comprendió la importancia de la armonía con el entorno, y cómo ese vínculo podría ser la clave para liberar al árbol de su corrupción.
Cuando sintió que había aprendido todo lo necesario, Vartanos le dio una pequeña bolsa de hierbas sagradas y un bastón tallado con runas élficas.
—Estas hierbas y este bastón te ayudarán en la tarea —dijo Vartanos—. Recuerda, debes cortar las raíces del mal y purificar el corazón del Árbol del Juicio. Sólo entonces su poder oscuro se desvanecerá y las forjas de Angmar quedarán inertes.Se despidió del druida, agradecido por el conocimiento y la guía. Con renovada determinación y armado con el saber antiguo, continuó el viaje, sabiendo que la clave para destruir las forjas estaba ahora en sus manos.
[Hitos de Experiencia] = Enfrentarse a un encuentro notable –> 1 Punto de Habilidad
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