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Tras el encuentro con el druida Eladiel prosiguió su viaje, cada vez faltaba menos.
[Prueba de VIAJAR] = 6 –> FALLO
[Tabla acontecimientos de viaje solitario] = 10
[Tabla acontecimientos: Encuentro casual] = 5
[Prueba de EXPLORAR] (gasto esperanza) = 14 –> GRAN ÉXITO (+1 dado de éxito)
(no apunto fatiga)
[Tabla de narración] ¿Es un campamento habitado? (media) = 11 –> NO (+giro extremo)
[Tabla del saber] = Compartir, Poderoso, Camino
Mientras avanzaba por el páramo, descubrió un campamento deshabitado. Las tiendas estaban intactas y el fuego aún ardía, pero no había rastro de sus ocupantes. Parecía todo revuelto, como si hubieran tenido que salir corriendo. Al inspeccionar más de cerca, encontró un diario escondido bajo una manta. Al leerlo, descubrió que pertenecía a un grupo de exploradores élficos que también estaban en una misión para rescatar al mismo noble elfo. Si habían salido apresurados, podría haber problemas más adelante, aunque saber que había más elfos por la zona queriendo rescatar al noble era reconfortante para Eladiel.
[Tabla de narración] ¿Encuentro alguna pista para saber dónde han podido ir? (media) = 11 –> NO
[Prueba de viajar] = 16 –> GRAN ÉXITO (+1 dado de éxito)
[Tabla acontecimientos de viaje solitario] = 11
[Tabla acontecimientos: Terrible desgracia] = 2
[Prueba de CAZAR] (gasto 1 punto de esperanza) = 16 –> ÉXITO
Estaba anocheciendo, y acababa de entrar en las tierras oscuras de Angmar. Esa zona era especialmente peligrosa. Eladiel se percataba que se aproximaba a su objetivo. Notaba también seres a su alrededor. Le estaba costando avanzar más debido a que se movía sigilosamente para no llamar la atención. Vientos helados descendían de las montañas para cebarse con cualquier viajero. Parecía que el invierno reinaba todo el año en aquella tierra.
Hace mucho tiempo, el mismísimo jefe de los Espectros del Anillo gobernaba esta tierra desde su fortaleza de Carn Dûm, sembrando el miedo y el terror al mando de grandes ejércitos de orcos, trasgos y hombres de las colinas. Hizo la guerra contra el Reino del Norte de Arnor y sus reinos sucesores, a los que destruyó. Pero su reino también fue arrasado cuando una gran hueste de elfos y hombres llegó al Norte para desafiarlo. El Rey Brujo huyó ante la derrota de sus ejércitos, abandonándolos a su suerte.
Eladiel se cruzó con un lobo. Había notado desde la distancia que su olfato le estaba buscando. Se quitó la ropa y se untó su cuerpo con barro y tierra húmeda para enmascarar su olor. Después, dejó como señuelo sus ropas mientras preparaba su arco unos metros más atrás. El lobo se acercó como esperaba, y el elfo pudo ensartarlo con su flecha en el cuello. Estuvo cerca, y eso desvelaba que tenía que andar con pies de plomo.
[Tabla de narración] ¿Hay más lobos? (probable) = 7 –> SI
[Tabla del saber] = Escapar, Amenazador, Refugio
Estaba claro que debía refugiarse en algún lugar, pero, ¿Dónde?
[Prueba de EXPLORAR] (tiro con ventaja por mi rasgo buena vista) = 12 (Gandalf) –> ÉXITO
[Tabla de Fortuna] = 4
El elfo escaló por un terreno escarpado, con ello conseguiría que para que los lobos lo alcanzaran estos tendría que dar un rodeo. Había ganado algo de tiempo.
[Tabla de narración] ¿Me encuentro con alguien del grupo de los elfos del campamento? (Media) = 6 –> SI
[Tabla de narración] ¿Son muchos? (Dudoso) = 10 –> SI
[Tabla de narración] ¿Han huido por algún tipo de ataque? (Probable) = 4 –> SI
[Tabla de narración] ¿Están heridos? (Media) = 4 –> NO
Escuchó un susurro en la penumbra, un murmullo que solo los oídos élficos podían captar. Moviéndose con la gracia y el sigilo propios de su raza, se acercó a una formación rocosa que ofrecía un buen escondite y observó con cuidado. Ante él, un grupo de elfos se movía cautelosamente. Reconoció sus colores y emblemas, y supo que era el grupo del anterior campamento.
Uno de los elfos levantó la mano, deteniendo a su grupo mientras sus ojos se fijaban en la dirección donde Eladiel se ocultaba.
—Sal de tu escondite, hermano —dijo con voz firme, pero amable—. No hay necesidad de ocultarse entre amigos.Salió de su escondite y avanzó hacia el grupo. El hombre lo observó con un reconocimiento instantáneo, asintiendo con aprobación.
—Eladiel, de Lindon, guardían —dijo—, es un honor encontrarte aquí. Nos enviaron un mensaje mediante un cuervo de Erebor que podríamos encontrarte.
—Estoy en una misión para rescatar a un noble hermano y destruir las forjas oscuras de Angmar —respondí—. Veo que compartimos un objetivo común, ¿No es así?El elfo asintió.
—Nosotros también hemos venido a rescatar a Eldarion, consejero del señor de Rivendel, Elrond, aunque me temo que el problema de la forja es cosa tuya. Nos hacemos llamar "La mano de Elrond".
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