A continuación, tenemos la partida de Roldeado que ha jugado a Monster Hunter.
Podéis seguir sus creaciones en Instagram.
Por último, recordamos que las bases la podéis encontrar aquí.
Introducción
Soy Dadorodado, jugador en solitario de rol desde hace un par de años. Además de darme partidas increíbles, este hobby me ha descubierto la escritura creativa la cual potencio cada día más.
Esta partida está basada en el juego “Monster Hunter”. Un juego sencillo y rápido utilizando una baraja y un par de dados que podéis encontrar en itch.io.
El texto representa la resolución de la primera escena de la aventura, correspondiéndose con 3 turnos. Es probable que en un futuro amplíe la partida en las redes sociales, en las que estoy empezando a subir contenido.
No se ha utilizado IA para la generación del texto aunque sí para la imagen que ilustra la aventura.
Espero que os guste.
Partida
Del lago aparece un ser monstruoso ansioso por devorar mi alma y mi cuerpo maltrecho.
Cuando logra elevarse en la mitad de su longitud, me acobardo y retrocedo. Su nado es rápido y ágil, propio de su naturaleza, por lo que en poco tiempo se encuentra ante mí con las fauces abiertas dispuestas a devorarme.
Cierro los ojos para que al menos el dolor no me sorprenda, pero…no llega. Cuando, el poco valor que me queda me permite abrirlos, la imagen me impacta. Un gigantesco en grifo está picoteando y arrancando las vísceras del ser marino mientras lo aprisiona entre sus afiladas garras.
Se entretiene momentáneamente con su exquisito manjar. Al ver que su mirada no se fija en mí, huyo del lugar, dejando que el festín continúe. Me levanto con cautela creyendo que mis pasos son sigilosos y cautos. Lo serían si estuviese en mi hogar, en la llanura seca de Morea. No lo son aquí, en este paraje donde unas botas encharcadas hacen resonar un “chof-chof” que no pasa inadvertido. La bestia entorna sus ojos evitando la luz intensa del atardecer y me descubre, sabiendo que soy una presa fácil. Apresuradamente me levanto preparándome para la batalla. El grifo se agazapa y comienza su lento caminar hacia mí. Tomo aire mientras preparo mi escopeta y desenfundo mi daga corta, resbalándola desde la funda oculta de mi antebrazo. Apoyo la escopeta en mi cadera y disparo, la bala silva y se aloja con celeridad en su frente. Cierra los ojos por el impacto.
Cuando los logra abrir, mi daga ya sea hincado en su cuello. La fiera brama y agita las alas convulsivamente, golpeándome repetidamente mi hombro, maltrecho y magullado por antiguas refriegas. Consigo aguantar el aleteo feroz pero se zafa de mí, enviándome a unos metros de sus pies, cerca del lago. La daga sigue clavada en su cuello pero resiste. Furioso, se abalanza con la intención de hundir su pico en mi pecho para que nunca más de uso de él. Aseguro mis pies en el terreno resbaladizo y tomó la escopeta con ambas manos preparándome para la embestida. Mantengo mi cabeza fría y todo lo calmada posible a la espera del momento en que, su pecho quede expuesto al levantar la cabeza con la clara intención de precipitar su afilado pico…¡Ahora! Disparo y sin dejar transcurrir los segundos, ruedo hacia un lado. Movido por la inercia, el grifo continúa su camino, trastabillando por el impacto del disparo y cayendo al lago. Aletea, gorgotea y trata de buscar pie en el lodo del profundo lago pero el plumaje mojado lo sumerge en la profundidad. Tomo un cartucho más y termino de rematarlo con un certero disparo en su testa, conduciendo a esta bestia a la negrura de las aguas.
Me seco el sudor de la frente y decido alejarme del lago. Calmo mis pulsaciones cerrando momentáneamente los ojos. Estoy aturdido por el un vaivén producto de la acción y la tensión contenida. Me siento vivo de nuevo pero cansado y apesadumbrado por el largo camino que me espera. He de derrotar a ese ser abismal. Oculto entre las sombras hace y deshace el infierno a su antojo. Domina a cada ser y a cada alma, el azufre es su olor y el dolor su palabra. Nos ha ido liquidando a todos, pero yo no soy como los demás, ya lo comprobará.